| TÃtulo : |
La leyenda del Salmón y el MartÃn Pescador |
| Tipo de documento: |
texto impreso |
| Autores: |
Ricardo Mariño (1956 -), Autor ; Marta Prada, Colaborador ; Valeria Cis (1975 -), Ilustrador |
| Editorial: |
Sudamericana |
| Fecha de publicación: |
c2004 |
| Colección: |
Cuentamérica Naturaleza |
| Número de páginas: |
29 p. |
| Il.: |
il. col. |
| Dimensiones: |
Texto impreso. |
| ISBN/ISSN/DL: |
978-950-07-2555-2 |
| Idioma : |
Español (spa) |
| Palabras clave: |
LITERATURA DE ARGENTINA, CUENTOS, LITERATURA INFANTIL, LITERATURA FOLKLORICA, LEYENDAS, TRADICIÓN ORAL. |
| Clasificación: |
821(82)-34 Literatura argentina - Cuentos, mitos, leyendas |
| Resumen: |
Mientras el MartÃn Pescador no dejaba de silbar, el Salmón sólo pensaba en cómo apoderarse de ese silbido. hasta que se le ocurrió enseñarle a nadar.
-¡Qué bueno! -exclamó el MartÃn Pescador-. Debe ser una sensación increÃble, ¡como volar dentro del agua!
-Es mucho mejor.
-¿Y cómo tengo que hacer?
-Es fácil. Con dos escamas mÃas adheridas a tus alas, no tendrás problema en nadar. Claro que al silbido debes dejarlo en la orilla porque pesa demasiado. |
La leyenda del Salmón y el MartÃn Pescador [texto impreso] / Ricardo Mariño (1956 -), Autor ; Marta Prada, Colaborador ; Valeria Cis (1975 -), Ilustrador . - [S.l.] : Sudamericana, c2004 . - 29 p. : il. col. ; Texto impreso.. - ( Cuentamérica Naturaleza) . ISBN : 978-950-07-2555-2 Idioma : Español ( spa)
| Palabras clave: |
LITERATURA DE ARGENTINA, CUENTOS, LITERATURA INFANTIL, LITERATURA FOLKLORICA, LEYENDAS, TRADICIÓN ORAL. |
| Clasificación: |
821(82)-34 Literatura argentina - Cuentos, mitos, leyendas |
| Resumen: |
Mientras el MartÃn Pescador no dejaba de silbar, el Salmón sólo pensaba en cómo apoderarse de ese silbido. hasta que se le ocurrió enseñarle a nadar.
-¡Qué bueno! -exclamó el MartÃn Pescador-. Debe ser una sensación increÃble, ¡como volar dentro del agua!
-Es mucho mejor.
-¿Y cómo tengo que hacer?
-Es fácil. Con dos escamas mÃas adheridas a tus alas, no tendrás problema en nadar. Claro que al silbido debes dejarlo en la orilla porque pesa demasiado. |
|  |